miércoles, 30 de diciembre de 2009

G R I P E -Historia del Virus-

De la Gripe, cuya existencia se conoce desde los tiempos de Hipócrates (412 a.C.), y de la que en un principio llegó a creerse era causada por un tóxico venenoso de procedencia humana o animal, y más tarde, en 1.892, como de origen bacteriano, no llegó a descubrirse su naturaleza vírica hasta 1.918, año en que la enfermedad pudo ser reproducida en voluntarios a través de la inhalación de un filtrado de secreciones provinente de enfermos gripales.
En 1.931 fue descrita la gran semejanza de este virus con el de la Gripe Porcina.
En 1.933 el virus fue aislado en humanos y, en 1.936, conservado en embriones de pollo, tal y como se sigue haciendo en la actualidad.
Finalmente, en 1.944, y por casualidad, se sentaron las bases para el diagnóstico de esta afección, así como la determinación de los anticuerpos serológicos (defensas en la sangre), denominados Anticuerpos IH, es decir, Anticuerpos Inhibidores de la Hemaglutinación.

domingo, 20 de diciembre de 2009

G R I P E -Período de con tagio-

Desde la fase -1 a 3 días- de incubación de la Gripe, sin síntomas, hasta que manifestados estos, desaparecen, -4 a 5 días-, la enfermedad es contagiosa. En consecuencia, el período durante el cual los enfermos gripales pueden transmitir la enfermedad a otras personas, aunque temporal y aparentemente no parezcan tenerla, es de 8 días.

No obstante ello, el período anterior, aunque por otra vía, la del contacto con los objetos, se amplía, ya que el virus de la Gripe, desecado sobre los mismos, puede permanecer infectante durante semanas.



domingo, 6 de diciembre de 2009

G R I P E - Complicaciones -

Si la Gripe quedase reducida a lo anteriormente señalado, esta enfermedad, tras su más o menos prolongada convalecencia, no tendría más importancia que, aparte las molestias físicas sufridas, los elevados costes sociales y económicos (laborales y sanitarios) que provoca.
Sin embargo, hay ocasiones en que, ya sea por el propio virus gripal, en el punto más activo de la afección, o bien por otros gérmenes, en la remisión de la misma, cuando las defensas son más bajas, se originan otro tipo de infecciones o complicaciones que, agravando el proceso, pueden llegar a ser causa de mortalidad, sobre todo en individuos pertenecientes a los "grupos de moderado o alto riesgo".
Entre dichas complicaciones, y como más importantes, tenemos:

A) Las RESPIRATORIAS:

Nuestro Sistema Respiratorio, junto a otros órganos y estructuras, está compuesto por:
-la Nariz, con las Fosas Nasales.
-la Garganta, donde se halla la Faringe.
-la Laringe, en la que se origina la Voz.
-la Tráquea.
-los Bronquios Primarios, dos, uno para cada pulmón, dimanantes de la fragmentación de dicha tráquea en su parte inferior.
-los Bronquios Secundarios, procedentes de los primarios por sucesivas y repetidas divisiones de los mismos.
-los Bronquiolos o parte última y más fina de la actividad divisoria anterior.
-los Alvéolos o pequeñas bolsas en que acaban los bronquiolos, de los que en nuestros pulmones existen unos 300 millones y donde se realiza el intercambio gaseoso del cuerpo.

De lo anterior es fácil deducir que nuestro Sistema Respiratorio está concebido de forma que unos conductos o vías aéreas (Fosas nasales, Laringe, Tráquea, Bronquios y Bronquiolos) son los encargados de proporcionar una fisiológica y constante permeabilidad, o paso, de aire hacia los pulmones, y otros elementos, o Alvéolos, a través de los cuales se facilita la difusión o permuta de los gases de dicho aire en el organismo.

Cualquier alteración que comprometa tales cometidos irá en detrimento de ambas funciones, cuya gravedad dependerá de las características propias de cada individuo.

Dejando a un lado todos aquellos procesos o entidades congénitas (de nacimiento) o provocadas, así como las causadas por tumores, es decir, cincunscribiéndonos a un Sistema Respiratorio normal, tenemos que cuando la mucosa nasal se inflama por pérdida de sus defensas locales, dicha congestión, junto con el aumento de la secreción, conduce a la obstrucción de las fosas nasales, oclusión que, obligándonos a respirar constantemente por la boca, da lugar a que el aire que debiera penetrar cálido, húmedo y desprovisto del mayor número de impurezas, lo haga entonces frio, seco y con más sustancias extrañas de las normales, con lo cual se produce una desecación, irritación y eventual extensión de la inflamación y consiguiente aumento de secreciones en las mucosas de la Faringe, Laringe, Tráquea y, finalmente, Bronquios y Bronquiolos, cuya última consecuencia -reducción de su diámetro- podría llegar a poner en situación de riesgo el estado funcional de dichos órganos.

Si a lo anterior añadimos que la edad y talla de los individuos son factores que influyen en el calibre de dichas vías aéreas, en el sentido de ser más estrecho cuanto menos años y altura se tengan, pronto llegaremos a deducir que el compromiso del Sistema Respiratorio en los niños es mucho más peligroso que en los adultos, pues la cantidad de aire que se inhala es proporcionalmente menor en relación a la seriedad de la obstrucción.

En consecuencia, sabiendo que la inflamación de la mucosa de la laringe se denomina LARINGITIS, la de la tráquea TRAQUEITIS y la de los bronquios BRONQUITIS, y teniendo en cuenta que en la infancia se suelen asociar las tres, tenemos ya todas las premisas necesarias para la aparición de lo que se ha venido en llamar LARINGOTRAQUEOBRONQUITIS o CRUP, grave complicación de la Gripe en los niños que, cursando con fiebre, tos perruna, estridor o ruído ocasionado por el aire al pasar por zonas muy estrechas y tiraje o hueco que se produce en la región superior del abdomen, pecho y cuello en cada movimiento respiratorio, puede llegar a hacer necesaria la hospitalización.

Si la mucosa que se inflama es la de los bronquiolos, nos encontraremos con la temida BRONQUIOLITIS que, provocando gran dificultad respiratoria, sobre todo en los niños, puede llegar, al igual que en el caso anterior, a precisar de su ingreso en el hospital.

Finalmente, recordando que en los alvéolos tiene lugar el intercambio gaseoso del organismo, y añadiendo que para tal función son necesarios los capilares de la sangre que, junto a los primeros, forman la denominada "membrana alvéolocapilar", cuando la inflamación de dichos alvéolos y sus secreciones ocupen gran parte de los mismos, dificultando o impidiendo el intercambio de gases a través de la citada membrana, tendremos otra de las temidas complicaciones de la Gripe, la NEUMONIA.


B) Las NEUROLÓGICAS:

B-1.- ENCEFALITIS o inflamación del cerebro que, entre otros síntomas, cursa con dolor de cabeza y rígidez de nuca.
En la pandemia de 1.957 o Gripe Asiática hubo un uno por mil de casos, algunos con secuelas permanentes.
La mortalidad está alrededor del 10 %.

B-2.- Síndrome de GUILLAIN-BARRE, descrito en 1.916 por los Médicos que le dan el nombre y antiguamente conocido como Síndrome de los Muertos Vivos.
Se trata de una afectación de la médula espinal que comienza con una parálisis de las piernas que, en sentido ascendente, puede afectar en igual forma a los brazos, músculos respiratorios, cuello y cara, llegando incluso a imposibilitar la comunicación del paciente con los demás, aunque manteniendo intacta la conciencia.
No se sabe la causa que lo desencadena, pero parece ser debido a un trastorno o descontrol del sistema inmunitario o de defensa del organismo que se ataca a sí mismo por error.
A menudo aparece después de una infección viral generalmente de tipo respiratorio (Gripe en este caso), cuando los síntomas de ésta prácticamente han desaparecido. También se le relaciona como reacción a una vacuna (antigripal).
No tiene tratamiento específico y su pronóstico es grave por su persistencia, requiriendo muchas veces hospitalización con respiración artificial, incluso traqueostomía, largos períodos de rehabilitación, etc.,, hasta su recuperación con o sin secuelas permanentes, que se produce en sentido inverso al de su instauración, es decior, de cabeza a pies.
En la Gripe de 1.976 hubo un caso por cada 500/600.000 personas no vacunadas y, otro, por cada 100.000 vacunados con la antigripal porcina.


C) Los TRASTORNOS PSIQUICOS:
Entre las complicaciones de la Gripe en esta apartado se hallan los estados delirantes, confusionales, alucinatorios o depresivos, que suelen curar completamente.


D) Las CARDIACAS:

D-1.- MIOCARDITIS GRIPAL o inflamación del músculo cardíaco, provocada por la Gripe que, con pronóstico grave, ocasiona una debilitación del corazón, con las consiguientes alteraciones en la fuerza del mismo y en el ritmo de sus contracciones.

D-2.- PERICARDITIS GRIPAL o inflamación del pericardio, saco de doble pared que envuelve al corazón. Su cura es espontánea, pero con tendencia a recidivar.


E) Las METABÓLICAS, sobre todo las relativas a las descompensaciones glucémicas (del azúcar) en los diabéticos.

F) Síndrome de REYE:
Esta complicación de la Gripe, poco frecuente, no contagiosa y que no produce inmunidad natural, fue descrita en 1.963 por el Patólogo australiano Douglas Reye.
Se trata de un trastorno agudo del cerebro, que sobre todo se da en niños de raza blanca, de 6 meses a 16 años, de causa todavía oscura, pero relacionada con la ingesta de aspirinas (ácido acetil salicílico -AAS-), y no otros fármacos para la fiebre, tras el antecedente de una Gripe del Tipo B.
Su comienzo se lleva a cabo con naúseas y vómitos persistentes, seguidos de modificaciones del comportamiento de tipo agresivo, alteraciones de los sentidos, cambios del nivel de conciencia y coma.
Se acompaña de una degeneración grasa del higado, de consistencia dura, con leve o moderado aumento de tamaño, elevación de transaminasas y, a menudo, hipoglucemias o bajadas del nivel de azúcar en sangre.
Requiriendo hospitalización inmediata en UCI, su letalidad o casos de muerte, del 41-42 % en 1.974, disminuyó en 1.980 al 23 %, quizás debido a su diagnóstico más precoz, mejoras en su tratamiento y un menor uso de aspirinas que ha ido sustituyéndose por el paracetamol.
De los pacientes que sobreviven al síndrome, entre una y tres partes suelen presentar inicialmente secuelas neurológicas o psiquiátricas, de las que en su mayoría se recuperan.